BERLÍN
“El arquitecto ha de pensar la estrategia para hacer más fácil la vida en la ciudad”.
“En la actualidad, los edificios tienden a ser más polivalentes, a tener más y diversos usos compactados en un mismo espacio”
“La fluidez es la mejor expresión para describir la esencia de la ciudad del futuro”
Historia de la creación
Este proyecto tiene como objetivo la creación de un centro polideportivo y oficinas en la isla de Tiergarten en Berlín. La intervención se propone dar respuesta a dicha necesidad además de solucionar un problema de conexión, el de la isla con el resto de la ciudad. La solución pasará por idear una estructura en forma de aro metálico que acople estas ubicaciones.
Enriquecedora Alianza
El proyecto se sitúa en la Isla de Tiergarten, una isla al borde de la ciudad de Berlín. El diseño propone una conexión fluida y constante entre la ciudad y la isla mediante un gran puente en forma de anillo circular, que se deforma hasta conseguir la dimensión y geometría de una pista de atletismo. Desdoblando así sus funciones en dos niveles, un primer nivel como puente de conexión a la ciudad y conexión con el resto del programa del edificio. Y un segundo nivel que funciona como pista de atletismo.
Este gran Aro de carácter metálico conecta a su vez el resto del edificio que se articula en diferentes cajas con distintos usos: pista de tiro con arco, pista de karate…
La unión de ambos parámetros atados hacen viable la creación de una espacio deportivo en la isla comunicado con el resto de la ciudad…. De esta forma, el anillo es la representación de la unión, la alianza entre la isla deportiva y la ciudad, que además de unirse, se complementan.
Búsqueda de la inspiración
Las formas geométricas son inherentes en el mundo natural. El ser humano las ha elaborado para todo tipo de objetos, las ha configurado para la arquitectura, la pintura, la escultura y la artesanía.
De todas ellas, se podría decir que el círculo, o el movimiento circular es el más perfecto, inmutable, sin comienzo ni fin. Las formas circulares, como el aro, el círculo, la elipse, o el óvalo… son geometrías que se caracterizan por ser infinitas. Es el movimiento propio de los astros, de las agujas del reloj, … Y de todo aquello de condición fluida en contante movimiento. Joan Miró escribió en sus notas de 1962-1965 sobre el círculo que es el “símbolo de la continuidad y la eternidad”.
De nuevo la historia se encarga de demostrarnos la utilidad y el por qué de algunas famosas infraestructuras. Con las características del movimiento circular surgieron las pistas de atletismo que hoy conocemos que, además tienen su origen en la Antigua Roma. A su vez, los romanos se basaron en la tipología del estadio griego, añadiendo un pequeño arco en su cara norte para que el cambio de dirección en los corredores no fuese tan brusco. Esta geometría permite la fluidez, pudiendo permitir al atleta correr tantas vueltas como se le pidan sin parar y aprovechando al máximo la superficie consiguiendo la máxima longitud. En un mismo largo se contienen dos tramos de igual longitud, y se añade la longitud de los arcos. Una forma perfecta para la conexión de dos tramos con el mínimo esfuerzo para el atleta.
Estas geometrías tan marcadas no sólo han quedado en la historia de la arquitectura en el equipamiento deportivo, sino que han deformado ciudades: La Piazza Navona, por ejemplo, tiene la forma y huella de lo que fue una antigua pista de estos rasgos.
El círculo tiene grandes características y ventajas estructurales. Es una forma brillante para soluciones arquitectónicas, de ahí la forma de las ruedas de una bicicleta, la bóveda o los arcos.
Circunstancias hetereodrias – atractores de condiciones de estados del agua
Las cajas están construidas completamente en vidrio, con una estructura metálica, con el objetivo de “hacerlas desaparecer”, como si se tratara de una nube de vapor de agua que flotase sobre la isla de Tiergarten. Además, cada una de ellas funcionan como “Extraño Atractor” (según Lorenz), atrapando la humedad del agua proveniente del lago de diferentes maneras, condensación, evaporación… parámetros que dan características a la caja y que generan un ciclo completo del agua en el que ésta es reciclada de forma continua. El agua del rio se evapora, se condensa en el edificio y es recogida para ser devuelta al rio. De igual modo en otros estados de agua como la del rocío de la noche o la escarcha, que es atrapada y devuelta al rio. Y es así como el edificio sirve de soporte para el ciclo propio del agua.
El gran anillo está construido con una gran estructura metálica que lo hace rígido e indeformable, recubierto con una piel que capta la escarcha de la noche para devolver el agua al río Spree.
“Un edificio evanescente donde los espacios son sensibles a los cambios de estado del agua. Y son devorados por la dinámica de los ciudadanos y deportistas”
