CASA DEL NOGAL

 

Historia de la creación

Conversión de un antiguo huerto rural en un pueblo de Ávila, en hogar de diseño contemporáneo:

Nogal es una vivienda unifamiliar diseñada con aspecto de roca gigante, un ser enorme inerte que sin embargo, alberga vida. Este concepto tan genuino se desarrolla bajo la sombra y entorno de un imponente Nogal, epicentro y alma del proyecto.

 

Búsqueda de inspiración

De origen persa, de profundas raíces, con sombras densas y alargadas. De madera robusta y majestuoso porte. Probablemente el nogal sea uno de los árboles cuya presencia no puede pasar desapercibida, es unos de los reyes de la naturaleza. Su fruto (la nuez), su silueta y, en definitiva, sus marcadas características hacen de éste un árbol de referencia por su delicadeza: ni soporta fuertes heladas, ni muy altas temperaturas, así como ha de garantizarse un mínimo de precipitaciones para que su crecimiento sea adecuado y armonioso. Esto hace que encontrar un nogal de estas características sea algo realmente excepcional.

 

En búsqueda de la relación estrecha con la naturaleza, y en un acto de realzar el valor de este nogal centenario, se ha construido una vivienda de carácter pétreo, recordando a esas peñas en el paisaje, que se proyecta en torno a esta figura. Si bien es cierto que vamos a ver todas las características del edificio, nunca podemos hablar de él sin tener presente cuál es el alma del proyecto, en el que la naturaleza y artificio, sostenibilidad, arte y arquitectura están más entrelazados que nunca.

 

Pero no sería este el único elemento que llamaría la atención de la naturaleza en la provincia de Ávila. En los primeros viajes en tren hasta la localidad se observaba en las llanuras como reinaba un fuerte contraste entre un terreno más plano y baldío frente a unas peñas y rocas de granito de escala cuasi humana que se apoyaban como esculturas sobre este.

 
 

Naturaleza de diseño

El proyecto se ubica en plena conexión con la naturaleza, en un antiguo huerto rodeado por un muro de piedras de granito, donde reinó siempre un nogal. Se parte de una posición de respeto a estos dos elementos, el árbol y el muro, para terminar mimetizándose con el entorno. El proyecto se concibe como una gran roca de granito de la sierra de Ávila, que se deforma en torno al nogal, al que se rinde pleitesía. Se convierte así en un gran sólido curvado de carácter pétreo, siendo su interior esculpido en la misma piedra para albergar los espacios propios de la vida doméstica.

La casa, vinculada al paisaje, sería una piedra más, típica de los paisajes de sierra de Ávila. De ahí la decisión de acabado de la fachada: un gran muro de granito que apuesta por la condición de sólido frente a lo permeable. Una solución que se lleva hasta el extremo, forrando de este material incluso las puertas de acceso de la vivienda. Se cubre también la cubierta con el mismo material, con el objetivo de dar continuidad al volumen generando el concepto de un sólido.

 
 
 

La cubierta retoma el lenguaje vernácular propio de la zona, inclinándose sólo en una pendiente que esculpe el sólido por su cara superior, facetándolo tanto por el exterior como por el interior, lo que provoca una gran techo inclinado.

La vivienda consta de tres grandes aperturas a la naturaleza, las cuales crean un hogar lleno de luz; una primera apertura entorno a la que gira la casa con vistas al jardín – nogal. Se trata de un gran vidrio curvo de grandes dimensiones, una única pieza y curvado en específico y artesanalmente para la vivienda. Una segunda apertura al paisaje frontal, con vistas a la trashumancia de la zona. La tercera gran apertura, consta de multitud de ventanas, y es una mirada al cielo, a las estrellas. Conecta los dormitorios con el cielo, posibilitando conciliar el sueño mirando a las estrellas. El resto de fachada es completamente opaca, impidiendo la relación de la casa con el entorno urbano, apostando por una conexión estratégica con la naturaleza.

 

De vuelta a las aperturas, un gran valor del proyecto se contempla en la primera de ellas. El vidrio curvo de dimensiones generosas que se curva en torno al nogal. Esta apertura, contiene un elemento completamente novedoso en la historia de la arquitectura, una gran mesa de carácter pétreo, que atraviesa este gran vidrio. Empezando su recorrido en el comedor y acabándolo en el exterior del jardín bajo la sombra del nogal. Un claro gesto de la conexión del interior doméstico con la naturaleza. Es alma de este diseño, creada con el ánimo de hacer dar soporte a las actividades tanto en el interior como en el exterior de la vivienda, facilitando una forma de vida en contacto continuo con la naturaleza.

Al acceder a la vivienda, encontramos de frente la tercera gran apertura de la que hablábamos, el patio interior, que nos avanza que esta obra nació para ser disfrutada en compañía de elementos naturales. El patio es completamente permeable, el vidrio que lo protege se mueve para comunicarse por completo con el resto de estancias de la vivienda. Y en torno a este patio interior se divide el programa de la vivienda: público, a la izquierda y privado a la derecha.

 

Siguiendo el recorrido público propio de cualquier visitante, encontraremos la gran sala de doble altura y techo inclinado: una estancia que acoge las funciones de comedor, cocina, sala de estar y distribuidor, protagonizada por la gran mesa. Le sigue la sala de estar de invierno en un nivel por debajo de ésta, a 34 cm. Está presidida por una chimenea entorno a la cual se colocan dos butacas de diseño para disfrutar paisaje que observamos a través del vidrio de la segunda apertura, mientras se escucha el chisporroteo de la gran chimenea. En este lugar el techo es mucho más bajo, provocando un ambiente más acogedor.

Si invertimos el sentido del recorrido, se encuentran las habitaciones, situadas en dos niveles superiores de la casa. Algo pensado estratégicamente para observar el cielo, las estrellas a la noche.

 
 

“Vivir al cobijo de un nogal, es como entiendo la experiencia en esta vivienda”

 
 

El detalle

 

El proyecto trabaja principalmente con la condición pétrea. Desde la primera fase la vivienda se apuesta por esta decisión, construyéndose estructuralmente en hormigón, la piedra del SXXI. Las escaleras realizadas de guijarros graníticos del río abulense compactadas con cemento, que hacen de ésta una pieza escultórica. La fachada, la cubierta, los lavabos, los revestimientos de baños y cocinas, las puertas e incluso en las mesas se apuesta por esta materialidad.

El resto de soluciones se contemplan entorno a los otros dos materiales secundarios: vidrio y metal, evitando la madera para no hacerla competir con las características matéricas del Nogal.

Es el caso de los grandes vidrios que llenan de luz la vivienda y en especial el gran vidrio curvo realizado en específico para la vivienda y que es atravesado por la gran mesa. En metal encontraremos las barandillas de cable de acero tensado que se anclan en suelo y techo, generando el efecto celosía cercano al de las sombras propias de un árbol.

 
 
 

“Entender el carácter líquido de la arquitectura del SXXI en el que la construcción puede deformarse para apostar por una vida en contacto con la naturaleza.”

 
 
 
 
 


 

CRÉDITOS

Equipo:

· Arquitectos Técnicos: Antonio Jiménez y Cristina Caselles

· Ingeniería: Elías Martínez de A6 Ingeniería

· Colaboradores: Rafael Rosales | Irene Alfageme

Fotografías: Juan Baraja | David García

 

Fotografía de proceso: Raúl Almenara | Rosales Alfageme

Texto: Manuel Madrigal

Materiales: Granitos Cardeñosa

Mobiliario : Vitra | Gandía Blasco | Tintotorto

Prensa

 

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