“Mi arquitectura está más cerca del paisaje que del edificio. Suelo inspirarme en la topografía, las constelaciones, la botánica, o la anatomía. Me gusta relacionarme con la naturaleza, porque es la forma más racional y natural de habitar del ser humano”

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Historia de la creación

FAZ es la óptica ubicada en el barrio norte de la ciudad de Madrid. Un espacio único y diferente donde la idea de pasear y habitar un rostro humano, dotado de unas grandes gafas, fue el curioso y original concepto inicial.

 
 
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Búsqueda de inspiración

El eje central del proyecto se centró en la estructura / montura que serviría de punto de partida para el posterior desarrollo de un rostro (FAZ) poniendo especial atención en las principales partes de la cara: orejas, nariz y ojos son los elementos relacionados con las gafas. Del mismo modo se consideró la boca, parte indispensable para entender el rostro humano.

En los estudios para el diseño de FAZ, se valoraron diferentes opciones para convertir el espacio en lo que hoy conocemos como una óptica vanguardista. Las inspiraciones vinieron de la revisión de distintas obras y etapas de Miró y Dalí entre otros, en lo que a un punto de vista abstracto de un rostro humano se refiere. (“Mujer y Pájaros al Amanecer” de Joan Miró, “Meret Oppenheim” de Red Head).

Al recibir el encargo de diseñar un espacio comercial, se continuaría con la propia metodología de concepto – creación – desarrollo. El proyecto se gestó analizando las gafas y sus componentes, haciendo un lógico repaso por la historia y evolución de las lentes a lo largo de la historia, sobre todo en las etapas más contemporáneas.

Desde su aparición en la antigua Roma (dónde si no!), pasando por la Edad Media (donde a las actuales gafas se las denominaba “Piedra de Lectura”), este artilugio sufrió numerosas variantes: de los aros de cuero, metal o madera unidos por un remache a las monturas de madera sostenidas en la nariz por lazos o cuerdas, llegando a las varillas metálica estables como mecanismo de sujeción a las lentes... Y así hasta la clasificación de puentes, varillas y medidas normalizadas e integradas que finalmente conformaron lo que hoy conocemos como este utensilio que permite mejorar nuestro sistema de visión. Éstos fueron algunos ejercicios de documentación con los que se pudo ir definiendo cuál debía de ser el punto de partida del proyecto.

La conclusión, tras una investigación razonable para dar encaje a la idea y comenzar su desarrollo fue clara: el elemento que más cambios sufrió fue la montura, ya no sólo por sus diferentes materiales, sino por su sistema de sujeción. Se concluye pues que el sentido de dicha montura reside en las partes de la cara que lo sostienen y lo hacen posible. De este razonamiento, el espacio resultante será el de un rostro humano, un habitáculo que será escenario con forma facial. Se crea, por tanto, FAZ.

 
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Una distribución causal

Nace entonces FAZ, demostración inequívoca de otra forma de expresar arte y arquitectura, disciplinas que se solapan entre ellas, que reviven lo emocional y que se complementan mutuamente. Y de esta manera, de la unión de conceptos e ideas representados en esta creación formarán un vínculo más allá de lo visual con quien permanezca en la superficie. Así, encontramos un espacio amplio, diáfano y luminoso, en tonos nude, asemejados a la tez de la cara. Estamos asistiendo a la experiencia de adentrarnos a un paisaje facial, no sólo por sus formas, sino también por sus emociones: un recorrido SENSORIAL.

 

Nos recibe un mostrador con forma de boca, en tonos rojizos similar al de los labios. El acto de hablar, informar, conversar, propios de esta parte de la cara, son acciones propias enmarcadas en la atención al cliente.

El perímetro en extremos opuestos lo conforman los helixes de las orejas, de curvilíneas formas y acabados redondeados. Estos acogen las áreas de escucha de necesidades y diagnosis, actos intrínsecos a las funciones de las orejas.

La gran estructura metálica conformada en el espacio se trata de la montura de unas gafas, la cual está sosteniendo los artículos de venta, como si de cientos de ojos se tratasen. En ella se integran además los espejos, que de nuevo se relacionan con la acción del ver, propia de los ojos y las gafas. Desde la parte superior se reflejan las luces que los espejos con forma de lente emiten iluminando el local como si de una lámpara se tratara.

Aquí la intervención es cuanto menos brillante, el arte es funcional y se convierte en arquitectura. Finalmente, la escultura o el arte no obedece a unas necesidades de programa, la arquitectura sí lo hace. Comprendemos que la óptica finalmente es el resultado de una suma de elementos, donde el pilar central es el eje de todo, conformada por una nariz, pirámide de espejos.

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El detalle

La sostenibilidad es un firme compromiso aplicado en todas las obras y es por ello que todo el espacio de FAZ está revestido de piel sintética creada a partir de plásticos reciclados de color nude.

La gran estructura que coloniza el espacio está realizada con metal fino, que nos recuerda a las estructuras de las monturas.

Los espejos que conforma la nariz son de color cobrizo, cercano al nude para generar coherencia y armonía cromática con el resto de áreas, al igual que ocurre en las facciones humanas. Su geometría es más prismática y angulosa. Otros espejos, esta vez los del techo, recuerdan a los ojos en sus líneas curvas y encuentros de las mismas en ángulos, cercanos a la geometría "Vescica Piscis", propia de los ojos. Se utilizaron espejos para ocultar las luminarias, saliendo de estos el destello de la luz como si de un truco de magia se tratase.

Los mostradores son de piel rosada, en alusión a la piel de los labios en contraste con el del resto de la cara.

El resultado final sobre este arriesgado y poco convencional espacio comercial puede resumirse en una convivencia única: en esta obra se dan cita dentro del mismo habitáculo el Arte, la Arquitectura, la precisión, la sostenibilidad y la emoción.

FAZ no es sólo escultura explorable, es una escultura funcional, es lo que la hace brillante. Es una cara, definida a través de la interpretación de cada uno de sus componentes de un rostro humano; nariz, orejas, boca, ojos.

 
 

“Con F A Z pude desarrollar mi fascinación por la anatomía del rosto, por el retrato en la pintura, por el busto en la escultura, llevándolo a la arquitectura. Y haciendo habitar al espectador en una constante entre función y emoción”.

 
 


 

CRÉDITOS

Fotografía: Juan Carlos Vega

Texto: Manuel Madrigal

Materiales:

· Carpintería: puertas y armarios Blanco

· Piel sintética: Tarket España

· Materiales: docontract MAD

· Suelo: RCR Deco

 
 

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